¡Macabro y estremecedor! Un crimen que sacude a Estados Unidos y deja al mundo sin aliento. Gregory Groom, de 22 años, fue acusado por el asesinato de su pareja embarazada, Kylee Monteiro, de apenas 18 años y con 11 semanas de gestación. El cuerpo fue hallado enterrado a más de un metro de profundidad en el jardín de la casa de su abuela, en el pueblo de Rehoboth, Massachusetts.
Antes de desaparecer, Kylee envió un mensaje desesperado a su hermana: “Me tiró al suelo, me jaló del cabello y me estranguló… Si muero, fue Greg”. Ese grito de auxilio fue la última señal de vida que se tuvo de ella. La joven fue reportada como desaparecida el 7 de agosto, y días después, los forenses confirmaron lo peor: había sido apuñalada múltiples veces.
El acusado intentó desviar la atención denunciando la desaparición ante la policía, pero sus versiones se derrumbaron. Aunque confesó el crimen, aún niega su responsabilidad legal. La familia de Kylee, devastada, exige justicia mientras el caso se convierte en símbolo del peligro que enfrentan muchas mujeres en silencio.
🕯️ Una vida apagada, una verdad enterrada, y una comunidad que exige respuestas.
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📎 Fuente: 2001online.com.
